“Nuestra acción debe ser la rebelión permanente con la palabra, con la letra impresa, con el puñal, con el fusil, con la dinamita... Como rebeldes que somos, actuamos consecuentemente y nos servimos
de todas las armas para golpear. Todo es bueno para nosotros, excepto la legalidad.”

Piotr Kropotkin (1842-1921)

A la vida hay que ofrecerle la rebelión exquisíta del brazo y de la mente .

Severino Di Giovanni (1901-1931).

lunes, 22 de abril de 2013

Emilie Armand

Emilie Armand (1872-1962) seudónimo de Ernest Lucien Junin es quizás el mas accesibley penetrante de los teóricos del individualismo anarquista. Ensayista,poeta,periodista,traductory editor ejercio gran influencia en ciertos  medios anarquistas en la decada del siglo xx,fué un hombre tremenda vitalidady gran amplitud de miras como lo demuestra en sus escritos.

  La  concepción  de su pensamiento giraba entorno a 3 ejes  el individualismo anarquista,la camaderia amorosa,libre agrupacionde individuos para la vida en común sin estado ni auroridad,sus esfuerzos por derrumbar los prejuicios morales y sexuales lo situaron fuera de su epoca y de la nuestra.



textos suyos :


IV.- Una condición esencial para «sentirse uno vivo», es saber apreciar
la vida. Morales, sensaciones, líneas de conducta, emociones,
conocimientos, facultades, opiniones, pasiones, sentidos, cerebro,
etc., tantos medios que permiten apreciar la vida, tantos servidores
puestos a disposición del «Yo» para que se desarrolle y florezca. Dominándolos
todos, «el que niega la autoridad», ya conciente, no se deja
dominar por ninguno de ellos. Si sucumbe es por falta de educación
de la voluntad; no es irreparable. Aquel «libre de dominación» conciente no es un miedoso, goza de un sinfín de cosas, muerde un sinfín
de cosas, en los límites de la apreciación individual. Prueba todo y
nada le repugna, bajo la condición de mantener su equilibrio moral.
Sólo el anarquista puede sentirse vivo, ya que es único entre
los hombres cuya apreciación de la vida emana de si mismo,
sin la mezcla impura de una autoridad impuesta desde afuera.
E. Armand
L’Ère Nouvelle, n°46, mediados de abril 1910



* La vida es bella para quien traspasa las fronteras de lo convencional,se evade del infierno industrial y comercial y huye lejos del humo insalubre de las fábricas y del herdor de las tabernas,para quien se desepreocupa de las restricciones de la respetabilidad, de los temores del "QUE DIRAN" y de las murmuraciones vulgares,la vida es bella para el anarquista.




I.- Escribo estas líneas en pleno periodo
electoral. Los muros están tapizados
de afiches de todos colores. ¿Quién
no tiene su partido – su programa – su
profesión de fé? ¿Quién no es socialista
o radical o progresista o liberal o «proporcionalista
» – el último grito del día?
Es la gran enfermedad del siglo, esta
abnegación del Yo. Pertenecemos a una
asociación, a un sindicato, a un partido;
compartimos la opinión, las convicciones,
las reglas de conducta de otros. Somos
el dirigido, el seguidor, el discípulo,
el esclavo; jamás nosotros mismos.
Cuesta menos, es verdad. Pertenecer a un
partido, adoptar el programa de otro, regirse por una regla de conducta colectiva,
eso nos ahorra pensar, reflexionar, crear ideas propias. Nos exime de reaccionar
por nosotros mismos. Es el triunfo de la famosa teoría del «menor
esfuerzo», por cuyo amor hemos dicho y hecho tantas necedades.
Algunos le llaman a eso vivir. Es verdad, el molusco vive, el invertebrado
vive, el plagiador, el copiador viven, la oveja, el murmurador,
el falso hermano y el chismoso viven. Dejémoslos y soñemos,
nosotrxs, no sólo en vivir, sino que además a «sentirse uno vivo».


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